domingo, 10 de mayo de 2015

Museos Arqueológicos

Museo Casa del Alabado

http://alabado.org/

Ubicado en el famoso Centro Histórico de Quito, entre las calles Cuenca N1-41, éste museo exhibe piezas arqueológicas y obras de arte precolombinas creadas por las culturas Valdivia, Chorrera, Tolita, Jama-Coaque y de todas las culturas que poblaron el territorio del Ecuador desde, aproximadamente, cinco mil años antes de nuestra era.
Este museo cuenta con una colección de aproximadamente cinco mil obras de arte precolombinas, recuperadas de todas las regiones del Ecuador, abarcando alrededor de siete mil años de historia, desde los primeros aldeanos Valdivia, hasta la ocupación Inca en el Ecuador. A diferencia de otros museos similares, la Casa del Alabado tiene un recorrido estructurado en la visión cosmológica del poblador andino, quien dividió su mundo físico y abstracto en tres espacios: el inframundo, el mundo de los vivos y el supramundo.
El inframundo es el universo en el que moran los creadores del mundo, quienes desde el inicio del tiempo dieron origen al mundo en el que vivimos con todo lo que se encuentra sobre él. Hombres, mujeres, plantas, animales, rocas, todos estos elementos fueron concebidos por estos seres, quienes dentro de su infinita sabiduría impusieron orden, balance y recursos para que puedan extenderse y poblar cada rincón por más lejano que este sea. Los ancestros emergen de un mundo primordial en donde la energía vital del universo se erige como una llama perpetua.
El Mundo de los Vivos o el "mediomundo" está conformado por los mundos paralelos, por los materiales y todo aquello que existe sobre la faz de la tierra. Es el mundo de los humanos, del maíz, de la papa, del jaguar, de los venados, de todas aquellas cosas que viven y se alimentan en nuestro mundo.
Este universo es nuestro mundo, del cual extraemos todo lo que necesitamos para vivir y gracias a él podemos llenarnos de la energía que fluye del inframundo. En este mundo la fertilidad y continuidad de la vida se convierten en grandes temas, los cuales están sujetos a los designios de los habitantes del inframundo y el supramundo.
Finalmente, en el Supramundo habitan aquellos seres divinos y heroicos, seres especiales cuyos actos y cualidades trascienden la común y cotidiana mundanidad de los seres del mundo de los vivos. Son los habitantes de este mundo que guían, vigilan, protegen y hasta castigan a quienes habitan el medio mundo, convirtiéndose en objetos de veneración, temor y respeto, adquiriendo formas míticas zoomorfas, encarnándose en diversos elementos de la naturaleza. El personaje mediador entre el Supramundo y el mundo de los vivos es el shamán, quien a través de la ingesta de sustancias alucinógenas pudo establecer contacto entre ambos mundos.
Una de las obras de esta sala es un Shamán, quien recuerda su condición heroica durante su largo e intenso viaje inmortal. El dominio de la guerra y el ritual evocado por el arte del movimiento.



Horario de atención
  • Lunes a Domingo, de 9h00 a 17h30
  • *incluyendo feriados

Costo
  • Adultos: $ 4.00
  • Niños menores de 12 y adultos mayores de 60: $ 1.00
  • Estudiantes: $1.50
  • Servicio de guías gratuito, sujeto a disponibilidad.


Museo Jacinto Jijón y Caamaño


http://museos.arqueo-ecuatoriana.ec/es/presentaciones-de-museos/4-generalidades/12-el-museo-jacinto-jijon-y-caamano

Jacinto Jijón y Caamaño fue un historiador, investigador y arqueólogo, nacido en Quito el 11 de diciembre de 1890. Sus primeros estudios los realizó con profesores particulares, luego de lo cual ingresó al Colegio San Gabriel, donde el Arzobispo Mons. Federico González Suárez descubrió su carácter de investigador y científico, razón por la cual en 1908 lo llamó para fundar el Centro Católico Obrero, y un año más tarde para formó la Sociedad de Estudios Históricos y Americanos, que se transformaría posteriormente en la Academia Nacional de Historia. Por su talento y contribución para el desarrollo de la cultura, la investigación y las letras ecuatorianas, en 1943 fue llamado por el presidente Arroyo del Río para participar en la creación del Instituto Cultural Ecuatoriano, que un año más tarde, luego de la Revolución del 28 de Mayo de 1944, fue “nuevamente creado” por el Dr. Velasco Ibarra con el nombre de Casa de la Cultura Ecuatoriana. Finalmente, en 1946 fue elegido Alcalde de la ciudad de Quito. Siempre al servicio de la ciencia y de la patria, el Sr. Jacinto Jijón y Caamaño murió en su ciudad natal, Quito, el 17 de agosto de 1950.
El museo, ubicado en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, ofrece una vitrina considerablemente representativa de la época precolombina en el país, a través de la exhibición de la colección creada por Jacinto Jijón y Caamaño,
la cual fue donada a la PUCE en 1963 por su esposa Sra. María Luisa Flores y Caamaño y su hijo Don José Manuel Jijón y Caamaño y Flores en sus calidades de usufructuaria y administradora, y de nudo propietario respectivamente, mediante Escritura Pública, donaron a favor de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, las colecciones que integraban el Museo de Arqueología, Antropología y Arte, que formó Jacinto Jijón y Caamaño; por consiguiente, a más de conformar un recorrido del Ecuador prehispánico, el fondo arqueológico del museo de la Católica diseña además el perfil de un personaje considerado como el pionero, o quizá, el fundador de la arqueología nacional.
El conde Jacinto Jijón y Caamaño, heredero de una de las familias más ricas de Quito, se dedicó a rescatar y estudiar las piezas arqueológicas contenidas en el suelo ecuatoriano. Su reserva se convirtió en un museo histórico y funcionó en su casa de La Circasiana. Por su decisión, en 1963 las piezas fueron donadas a la Universidad Católica.
Jacinto Jijón y Caamaño siempre preocupado por la identidad nacional a lo largo de su carrera de investigador, tuvo la oportunidad de trabajar en diversas zonas del Ecuador: Urcuquí, Quito, El Quinche, Riobamba, Guano, Tuncahuán, Elén-Pata, Cerro Jaboncillo, Manta. Excavó también en Lima (cultura Maranga), mientras que su vocación profesional y sus vuelos autodidactas lo condujeron hasta Europa, en cuyas bibliotecas y archivos investigó desde 1912 hasta 1916.
En el museo se hallan los diarios de trabajo en donde detalla los trabajos con estratigrafía. Fue el primer arqueólogo ecuatoriano en proponer una secuencia cultural precolombina basada en el registro material excavado y/o analizado; por otra parte, cabe resaltar que, acorde a la tendencia de su época, sus interpretaciones denotan un tinte claramente difusionista.
Las piezas arqueológicas de Jijón fueron exhibidas por vez primera en 1950, fecha en que su creador fundó su Museo de Antigüedades y de Arte Ecuatoriano en la mansión de la Circasiana, construida por don Manuel Jijón Larrea. Joya del patrimonio arquitectónico y artístico quiteño, la Circasiana fue transformada por Jijón en sede de su "Gran Biblioteca Americanista", así como de su laboratorio. En la actualidad, alberga las oficinas del INPC y del Archivo Municipal Histórico.
El fondo arqueológico de este museo constaba inicialmente de material excavado o rescatado por Jijón, a raíz de sus investigaciones en la Sierra, la Costa y en Perú, material al que se añadieron piezas mesoamericanas, así como la colección de Max Uhle, y un fondo etnográfico. 
El museo posee además especímenes únicos de la famosas sillas manteñas. Es importante mencionar que las piezas de la cultura Napo fueron añadidas posteriormente al fondo original de Jijón, ya que este último no investigó en la región amazónica. También se destacan la presentación de una momia maranga descubierta por Jijón, así como la reconstitución del ajuar funerario asociado a la misma.
Respecto al nivel museográfico, la calidad del guión como la presentación de las piezas orientan de forma eficiente al visitante, sea o no éste profesional. Quizá una mejor iluminación en ciertas vitrinas, la traducción de los paneles o la colocación de rótulos descriptivos en las piezas contribuirían a mejorar la organización ya considerablemente didáctica de esta exposición, la cual logra con todo éxito no sólo presentar una colección arqueológica en particular, sino también, dar a conocer la labor fundadora de su creador.
Adicionalmente el Museo cuenta con varias Colecciones de Arte y Etnografía donadas por Jacinto Jijón a la Universidad. Hay obras de la autoría de artistas de la época de la Escuela Quiteña.



Costo de entrada: $ 1.50 Adultos; $0.75 Estudiantes; $ 0.50 Niños/3ra Edad
Horario de Atención: 9h00am – 17h00pm



Museo Weilbauer

http://museos.arqueo-ecuatoriana.ec/es/presentaciones-de-museos/4-generalidades/2-museo-weilbauer

El Museo Weilbauer pertenece a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, ubicada en la avenida 12 de Octubre. Se trata de un museo de arqueología ecuatoriana, en donde se presenta el trabajo del hombre del antiguo Ecuador desde el Período Paleoindio hasta el Período de Integración.
Las piezas arqueológicas del Ecuador que se exhiben en el museo fueron propiedad de una pareja de alemanes Eugene e Hilde Weilbauer realizaron estudios arqueológicos en la Sierra ecuatoriana. Producto de esto, la pareja se hizo de una buena reserva de piezas, quienes al interesarse por el arte antiguo del Ecuador recolectaron algunas de ellas y las mantuvieron bajo su protección.
Esta colección fue donada por ellos en el año de 1986 a la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Bajo la dirección del Padre Pedro Porras Garcés, de las autoridades de la PUCE y con la colaboración de profesores y alumnos del Centro de Investigaciones Arqueológica, se diseñó y arregló el museo que fue inaugurado por primera vez un 13 de abril de 1988, fecha desde la cual ha prestado sus servicios al público.
Hay valiosas y numerosas piezas de las etapas del Paleoindio, Formativo, Desarrollo Regional, Integración y Período de Ruptura, con culturas como: El Inga, Valdivia, Chorrera, Bahía, Jama Coaque, La Tolita, entre otras.
El alcance temporal se inicia con la exhibición de puntas de flecha, logradas en obsidiana y piedra, que dan fe de la cotidianidad del cazador y recolector del Periodo Precerámico, 9 mil años antes de nuestra era. También hay figurines antropomórficos y artesanía utilitaria de las culturas Valdivia, Chorrera, Machalilla y Cotocollao, del Periodo Formativo. Del Formativo Tardío hay vasijas, platos y urnas funerarias de Negativo del Carchi, Cuasmal, Capulí, El Ángel (esto en el Carchi), Napo y Cosanga. De los tiempos del Desarrollo Regional se exponen botellas, vasija, figurines y bisutería de las culturas Bahía, Jama Coaque, La Tolita.

Esta galería relata, aproximadamente, nueve mil años de historia. La muestra arqueológica está compuesta por 19 culturas. El material que se exhibe es: cerámica, piedra, concha, metal, madera. El museo exhibe 20 vitrinas, 9 vitrinas de la costa, 5 vitrinas de la Sierra y 5 vitrinas del Oriente Ecuatoriano.
Las piezas que se exhiben son fruto de las investigaciones del Padre Josefino Pedro Porras Garcés auspiciadas por la universidad cuando fue catedrático de la misma.
Todo este material quedó a cargo del padre jesuita Pedro Porras, también arqueólogo. Él se encargó de preservarlo y promocionar lo recabado sobre las culturas de las que proceden las piezas. Podemos decir que el Padre Pedro Porras incrementó la reserva con varias piezas de su colección particular. Pues el sacerdote trabajó en la recuperación del material arqueológico en la zona de Cotocollao.

Además el museo cuenta con un Taller de difusión cultural, Tiestoteca, Fotografía antigua y una Sala-Biblioteca.

HORARIO DE ATENCIÓN: Lunes a Viernes de 09h00 – 17h00 ininterrumpidamente.
ENTRADA: Gratuita

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